lunes, 14 de febrero de 2011

A 40 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL F. A.

III parte.

DECLARACIÓN CONSTITUTIVA.

"El Movimiento por el Gobierno del Pueblo (Lista 99), el Partido Demócrata Cristiano; el Movimiento Blanco Popular y Progresista; el Frente Izquierda de Liberación; el Partido Comunista; el Partido Socialista; el Partido Socialista (Movimiento Socialista); el Movimiento Herrerista (Lista 58); los Grupos de Acción Unificadora; el Partido Obrero Revolucionario (Trotskista ); el Movimiento Revolucionario Oriental y el Comité Ejecutivo Provisorio de los ciudadanos que formularon el llamamiento del 7 de Octubre de 1970, reunidos a invitación del "Frente del Pueblo", hemos convenido en formular la siguiente declaración política que constituye el primer documento del FRENTE AMPLIO.

EL GOBIERNO DE LA OLIGARQUÍA.

La profunda crisis estructural que el país padece desde hace décadas, su dependencia del extranjero y el predominio de una oligarquía en directa convivencia con el imperialismo, han ido creando, por un lado, hondas tensiones sociales y por otro, un clima de preocupación colectiva sobre el destino mismo de la nacionalidad oriental.
Cuando el deterioro económico desembocó en un proceso inflacionario paralizante de toda posibilidad de desarrollo, la oligarquía encontró, en el gobierno actual, un coherente intérprete político de su propia respuesta ante la crisis.
Ambos pretendieron establecer un orden basado en el despotismo; atropellaron las libertades públicas y sindicales; agredieron física y materialmente a la Universidad y a la enseñanza media; empobrecieron a los trabajadores al congelar realmente los salarios y nominalmente los precios; redujeron la capacidad adquisitiva de los ingresos de los funcionarios y empleados, jubilados y pensionistas y vastos sectores de capas medias; asfixiaron a modestos y medianos industriales, comerciantes y productores rurales; paralizaron las fuerzas productivas y desalentaron el trabajo; desmantelaron resortes vitales de la economía nacional como los bancos oficiales, el Frigorífico Nacional, los entes energéticos y los servicios de transporte.
Enajenaron progresivamente -por la sumisión a las recetas del Fondo Monetario Internacional, por el endeudamiento externo, por la contratación de empréstitos lesivos, por la complicidad en la evasión criminal de divisas- la soberanía del país.

Todo ello para mantener intactos los privilegios de una minoría apátrida y parasitaria en alianza con las fuerzas regresivas del poder imperial. La República camina hacia la ignominiosa condición de una colonia de los Estados Unidos.


LA RESISTENCIA POPULAR

El pueblo lúcido, su clase trabajadora y su juventud estudiantil, los creadores y difusores de la cultura, los partidos políticos progresistas, enfrentaron esa conducta antinacional y antipopular defendiendo la existencia de la nación; por hacerlo, sufrieron vejaciones, privaciones de libertad, destituciones, confiscaciones, proscripciones, torturas y crímenes, cercenamiento de derechos y clausura de órganos de expresión, toda una gama de atropellos que parecían relegados a la oscura peripecia de pasados tiempos.

Sangre juvenil y obrera regó las calles, porque la voluntad libertaria del uruguayo, su dignidad y decoro y la creciente comprensión de las causas profundas de este desorbitado ejercicio del poder, exigía una respuesta que no se amilanó ante la saña represiva y fue forjando, en la dura experiencia de la lucha, las bases de la unidad popular,


UNA POLARIZACIÓN INEVITABLE

La coyuntura histórica conducía a una polarización entre el pueblo y la oligarquía que se hubiera cumplido de cualquier modo, ya que los trabajadores, los estudiantes y todos los sectores progresistas resistieron las imposiciones antinacionales. Pero la regresividad y violencia de la política gubernamental, sin precedentes, en el correr del siglo, ofició como un acelerador en el proceso de enfrentamiento, en la conciencia colectiva de cambios urgentes y profundos, en la necesidad de instrumentar un aparato político capaz de aglutinar las fuerzas populares auténticamente nacionales para agotar las vías democráticas a fin de que el pueblo, mediante su lucha y su movilización, realizara las grandes transformaciones por las que el país entero reclama.

La unidad política de las corrientes progresistas que culmina con la formación del FRENTE AMPLIO -cerrando un ciclo en la historia del país y abriendo, simultáneamente, otro de esperanza y fe en el futuro-, se gestó en la lucha del pueblo contra la filosofía fascitizante de la fuerza. Y esa unión, por su esencia y por su origen, por tener al pueblo como protagonista, ha permitido agrupar fraternalmente a colorados y blancos, a demócratas cristianos y marxistas, a hombres y mujeres de ideologías, concepciones religiosas y filosóficas diferentes, a trabajadores, estudiantes, docentes, sacerdotes y pastores, pequeños y medianos productores, industriales y comerciantes, civiles y militares, intelectuales y artistas, en una palabra, a todos los representantes del trabajo y de la cultura, a los legítimos voceros de la entraña misma de la nacionalidad.
Porque es un movimiento profundo que enraiza con las puras tradiciones del país, que recoge y venera las construcciones que vienen del fondo de la historia, y tiene, simultáneamente, claros objetivos para alcanzar un porvenir venturoso, y siente que su vertiente más honda lo enlaza con la esclarecida, insobornable y combatiente gesta del artiguismo.

LAS BASES PROGRAMÁTICAS DE LA UNIDAD

En esta dramática circunstancia, conscientes de nuestra responsabilidad y convencidos de que ninguna fuerza política aislada sería capaz de abrir una alternativa cierta de poder al pueblo organizado, hemos entendido que constituye un imperativo de la hora, concertar nuestros esfuerzos, mediante un acuerdo político, para establecer un programa destinado a superar la crisis estructural, a restituir al país su destino de nación independiente y a integrar al pueblo el pleno ejercicio de sus libertades y de sus derechos individuales, políticos y sindicales. Un programa de contenido democrático y antiimperialista que establezca el control y la dirección planificada y nacionalizada de los puntos claves del sistema económico para sacar al país de su estancamiento, redistribuir de modo equitativo el ingreso, aniquilar el predominio de la oligarquía de intermediarios, banqueros y latifundistas, y realizar una política de efectiva libertad y bienestar, basada en el esfuerzo productivo de todos los habitantes de la República.

Expresamos nuestro hondo convencimiento de que la construcción de una sociedad justa, con sentido nacional y progresista, liberada de la tutela imperial, es imposible en los esquemas de un régimen dominado por el gran capital. La ruptura con este sistema es una condición ineludible de un proceso de cambio de sus caducas estructuras y de conquista de la efectiva independencia de la nación. Ello exigirá, a su tiempo, la modificación del ordenamiento jurídico-institucional, a efectos de facilitar las imprescindibles transformaciones que procura.

Concebimos este esfuerzo nacional como parte de la lucha por la liberación y desarrollo de los pueblos del Tercer Mundo en general, de la cual somos solidarios, y en particular, de la que tiene por escenario a nuestra América Latina, en donde, como hace más de un siglo y medio, la insurgencia de sus pueblos habrá de desembocar en la conquista de la segunda y definitiva emancipación.


DECLARACIÓN Y LLAMAMIENTO

Por los fundamentos expuestos, hemos resuelto:

1º) Constituir un frente político unitario -FRENTE AMPLIO-, mediante la conjunción de las fuerzas políticas y de la ciudadanía independiente que firman este documento, para plantear la lucha de inmediato, en todos los campos, tanto en la oposición a la actual tiranía o a quienes pretendan continuarla, como en el gobierno. Este FRENTE AMPLIO está abierto a la incorporación de otras fuerzas políticas que alienten su misma concepción nacional progresista y democrática avanzada.

2º) Contraer en este mismo acto, el formal compromiso de establecer un programa común, ceñirnos a él en la lucha fraternal y solidaria colaboración, así como actuar coordinadamente en todos los campos de la acción política, sobre la base de que atribuimos al pueblo, organizado democráticamente, el papel protagónico en el proceso histórico.

3º) Establecer que esta coalición de fuerzas -que no es una fusión y donde cada uno de sus partícipes mantiene su identidad-, ha de estar dotada de una organización con núcleos de base y autoridades comunes, mandato imperativo y demás mecanismo de disciplina que aseguren el cumplimiento efectivo de los compromisos postulados convenidos.

4º) Declarar que el objetivo fundamental del FRENTE AMPLIO es la acción permanente y no la contienda electoral; al mismo tiempo afrontará unido las instancias comiciales, con soluciones honestas y claras que restituyan a la ciudadanía la disposición de su destino, evitando la actual falsificación de su voluntad.

En función de estos principios y objetivos convocamos al pueblo a incorporarse al FRENTE AMPLIO y a participar activamente en la lucha y en los trabajos que emprendemos.


Montevideo, febrero 5 de 1971.

viernes, 11 de febrero de 2011

A 40 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL F. A.

II parte. CRONOLOGÍA DE SU FUNDACIÓN.


La unidad política de las corrientes progresistas, es decir de quienes propugnaban un cambio sustancial de las estructuras económicas, sociales, políticas y culturales existentes, a los efectos de cerrar un triste ciclo de recesión económica, de incremento de la injusticia social y de dependencia del exterior para sustituirlo por otro de esperanza y fe en el futuro, se gestó, precisa y claramente, en ese contexto de un pueblo en lucha contra una filosofía totalitaria, al servicio de aquellos pocos privilegiados que usufructuaban las ventajas que les brindaba el régimen vigente.

Esa unión que culminó, en su momento, con la formación del Frente Amplio, habiendo tenido como esencia y origen el protagonismo del pueblo, supo y pudo agrupar fraternalmente a obreros y estudiantes, a intelectuales y artistas, a sacerdotes y pastores, a pequeños y medianos productores, industriales y comerciantes, a civiles y militares, a blancos y colorados, a cristianos y marxistas, en fin, a mujeres y hombres de ideologías, concepciones religiosas y filosofías diferentes, representantes todos del trabajo y la cultura que se convirtieron en voceros de la entraña misma de una nacionalidad enraizada en el artiguismo.

Fue un movimiento profundo, enraizado con las tradiciones puras del país, recogiendo y venerando las construcciones venidas del fondo de la historia, pero con objetivos claros para alcanzar un porvenir venturoso.

Cronología de los hechos más importantes que aportaron para el logro de la unidad sin exclusiones, de todos los sectores progresistas de la sociedad uruguaya:

1951: Huelga nacional, por tiempo indeterminado, de los estudiantes liceales y universitarios de todo el país, acompañando la campaña de recolección de firmas contra el proyecto de ley que pretendía implantar el Servicio Militar Obligatorio, a la vez que autorizaba la instalación de una Base Militar Norteamericana en Laguna del Sauce. La huelga que en la mayoría de los liceos se mantuvo por casi treinta días, logró plenamente su objetivo.

1958.
La movilización conjunta de obreros y estudiantes en apoyo al proyecto de ley que consagraba la Autonomía Universitaria, logra que el Parlamento, apruebe la ley Nº 12.549. En esta movilización nace el eslogan: "Obreros y Estudiantes, unidos y adelante".

1962.
Para las elecciones nacionales de ese año se producen interesantes novedades organizativas en los partidos políticos uruguayos no tradicionales que derivarán en nuevos agrupamientos políticos.

El 25 de febrero de 1962 se funda, sobre la base de la antigua Unión Cívica, el lema: Partido Demócrata Cristiano. La acción desarrollada en su interna por la Juventud Demócrata Cristiana y el Movimiento Obrero Cristiano hicieron triunfar posteriormente la línea progresista que encabezaban Juan Pablo Terra y Américo Plá Rodríguez. Fue precisamente bajo este lema que el Frente Amplio concurrió a las elecciones en 1971.

Los dos partidos de inspiración marxista: Partido Socialista y Partido Comunista, se convirtieron, en 1962, en columna vertebral de los frentes populares políticos de la década del sesenta, constituyendo ambos hitos valiosos en la concreción de frentes unitarios con ideología plural.

El 28 de junio de 1962 se crea la Unión Popular. El lema surgió como consecuencia de los acuerdos alcanzados entre el Partido Socialista y un grupo de prestigiosos herreristas encabezados por Enrique Erro (ex-ministro de Industria y Trabajo en el primer gobierno blanco)con el apoyo de los siguientes grupos políticos: "Res non verba", "Movimiento juvenil 8 de enero", agrupación "Nuevas Bases", "Frente de Avanzada Renovadora" y "Movimiento de Ruralistas Disidentes".

El 16 de julio de 1962 se funda, bajo la presidencia del nacionalista Luis Pedro Bonavita,
el lema "Frente Izquierda de Liberación" (FIdeL), uniendo electoralmente al Partido Comunista con los siguientes grupos políticos: Agrupación Batllista "Avanzar", Movimiento Batllista "26 de octubre", Movimiento Revolucionario Oriental" de extracción blanca, "Comité Universitario", "Comité Central Obrero", "Comité por la Unidad de la Izquierda de Paysandú",
"Grupo de Izquierda de Maldonado", acompañados de diversas personalidades independientes.
Cuatro años después, en 1966, "el Movimiento Popular Unitario", fundado el 2 de julio de 1966, decidió integrarse al FIdeL.


1965.
Abril/mayo-Realización en el Paraninfo de la Universidad, de sendas asambleas preparatorias a la convocatoria, por parte de diversas organizaciones sindicales y sociales, a la realización de un "Congreso del Pueblo" a fin de impulsar la unión de diversos sectores de la sociedad seriamente afectados por la crisis económica, en torno a un programa común de propuestas alternativas destinado a darle solución a la situación imperante.

Agosto-Realización del Congreso del Pueblo; participan en el mismo, 1.376 delegados en representación de distintas organizaciones sindicales, sociales y sectores de diversos ámbitos de la producción nacional.

Setiembre 17- Constitución de la Mesa por la Unidad del Pueblo, conformándose un Frente político integrado por el Frente Izquierda de Liberación, el Partido Socialista, dirigentes sindicales, universitarios y personalidades de opinión política independiente, que fue presidida por el Dr. José Pedro Cardozo, Luis Pedro Bonavita, Héctor Rodíguez y el maestro Julio Castro. Este agrupamiento, pese a no haber logrado la unidad de todos los sectores abiertamente contrarios a la política imperante, igualmente constituyó uno de los hechos que indicaban un camino definido apuntando hacia ello.

1966.
Octubre 1º- A partir las decisiones adoptadas previamente por el Congreso de Unificación Sindical y el Congreso del pueblo, queda oficialmente formada la Convención Nacional de Trabajadores (actualmente PitCnt), por lo que, a partir de ese momento, el total de las organizaciones gremiales de asalariados queda unido en una única Central de trabajadores.

1967.
Diciembre 6-Fallece el presidente de la República Gral. Oscar D. Gestido y asume la presidencia el Sr. Jorge Pacheco Areco.

Diciembre 12-El Poder Ejecutivo dispone la disolución e ilegalización del Partido Socialista, del Movimiento Revolucionario Oriental, de la Federación Anarquista del Uruguay, del Movimiento Izquierda Revolucionaria y el Movimiento de Acción Popular, a la vez que clausura definitivamente el diario Época y el periódico El Sol.

Año 1968.
Junio 13- El gabinete de Pacheco Areco decide la implantación del régimen de Medidas Pronta de Seguridad, como la forma normal de gobernar.
La línea de represión fascistizante que, a partir de ese momento, orientó la acción del gobierno de Pacheco Areco contra la actividad sindical, social, política y cultural y contra toda organización y/o persona que abiertamente se le opusiera, derivó posteriormente en manifestaciones callejeras donde fueron muertos varios estudiantes y obreros.
Se impuso la censura a la prensa, se militarizó a los funcionarios públicos, se hizo moneda corriente las detenciones arbitrarias de dirigentes sindicales y políticos, y se implantaron los cierres temporales o definitivos de periódicos, diarios y programas radiales.

Junio 23- El Partido Demócrata Cristiano hace un llamado a la ciudadanía para la creación de un Frente, convocando a los sectores progresistas y democráticos del país opuestos a la política regresiva adoptada por el gobierno a los efectos de unirse para la creación de un Frente dispuesto a la tarea de salvar al país.

Por iniciativa de la Convención Nacional de Trabajadores surge entonces el "Movimiento por la defensa de las Libertades y la Soberanía" que, integrado por prestigiosas figuras de todos los partidos políticos y distintas orientaciones filosóficas extiende su actividad por el interior del país.

Agosto 14- Líber Arce es asesinado a las puertas de la Universidad por la policía que intentó disolver una pacífica manifestación estudiantil.

1969.
Setiembre 10- Se funda el Movimiento Blanco Popular y Progresista, orientado por el senador nacionalista Francisco Rodríguez Camusso, y ello se convirtió después en un importante aporte para la creación del Frente Amplio.

Auspiciado por la corriente de unidad sindical se produjo la creación del "Grupo de los cinco", integrado por las direcciones del Frente Izquierda de Liberación, Partido Demócrata Cristiano, Partido Comunista, Movimiento por el Gobierno del Pueblo (lista 99 del Partido Colorado) y el Movimiento Blanco Popular y Progresista del Partido Nacional.

El partido Socialista, ilegalizado en diciembre de 1967 y sin representación parlamentaria, no pudo integrar dicho nucleamiento, teniendo que desarrollar sus actividades en la clandestinidad hasta diciembre de 1970, en que fue nuevamente rehabilitado.

La política antipopular y represiva de Pacheco Areco siguió operando a favor de la concreción de una acción política unitaria por parte de los distintos sectores progresistas que existían en nuestra sociedad.

Efectivamente, las actas parlamentarias de la época demuestran cómo en varias oportunidades representantes de ambos partidos tradicionales terminan aunando posiciones y sumando sus votos a los del FIdeL y a los del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Varios de esos legisladores de los partidos tradicionales terminaron integrándose al FA.

En el exterior, más precisamente en Chile, el 22 de diciembre de 1969, se fundó Unidad Popular (UP) coalición político electoral que unió a los sectores más progresistas de la sociedad chilena, lo que permitió, al año siguiente, que el socialista Salvador Allende resultara electo Presidente de la República. Ello tonificó los trabajos por lograr un amplio frente progresista en Uruguay.

1970.
Agosto- La Convención del PDC (Partido Demócrata Cristiano,) firmemente decidida a lograr una amplia unión con otras fuerzas políticas progresistas, decide impulsar conversaciones oficiales a ese respecto, y además, no proclama candidatos propios a la Presidencia y Vice-Presidencia a los efectos de facilitar una futura coalición para las elecciones de 1971.

Octubre 7- Se publica un manifiesto conocido posteriormente como la "Declaración del 7 de octubre" suscrita por un grupo de valiosísimos ciudadanos que por esa época carecían de manifiesta militancia político-partidaria activa, encabezados por figuras como el Gral. Arturo J. Baliñas, el Dr. Carlos Quijano (director de "Marcha"), el Dr. Oscar Bruschera, el Sr. Héctor Rodríguez (dirigente sindical independiente), la Prof. Reina Reyes, el Esc. Ernesto Miranda, el Sr. Eduardo Payssé González, el Dr. Eugenio Petit Muñoz, el Cnel. César Viglietti, el Arq. Carlos Herrera MacLean. el Dr. Carlos Martínez Moreno,el Dr. Ceibal Artigas, el Prof. Julio Castro, la Sra. Lil Gonella de Chouhy Terra y el Dr- Raúl Gadea, entre otros muchos.
Dichos ciudadanos, "...preocupados por la grave situaciónque le ha creado al país la aplicación sistemática de una política cuya regresividad y violencia no ha conocido precedentes en el correr de este siglo, y ante la oportunidad de la futura instancia electoral, DECLARAN:
1) Que estiman indispensable la concertación de un acuerdo sin exclusiones, entre todas las fuerzas políticaas del país que se opongan a la conducta antipopular y antinacional del actual gobierno, con vistas a establecer un programa destinado a superar la crisis estructural que el país padece, restituirle su destino de nación independiente y reintegrar al pueblo la plenitud del ejercicio de las libertades individuales y sindicales."
El documento consta, además de otros cinco artículos.

Diciembre.
Día 2- La juventud de la lista 99(PGP) se declara partidaria de la separación del lema Partido Colorado.

Días 4 y 5- El Congreso Nacional de Delegados de la Lista 99, liderado por Zelmar Michelini, resuelve desvincular del Partido Colorado a su "Movimiento por el Gobierno del Pueblo".

Día 7- El Movimiento Blanco Popular y Progresista, liderado por Fco. Rodríguez Camusso, decidió abandonar el lema Partido Nacional.

Día 13- El XX Congreso del PCU, decide adherir a la formación de un Frente Amplio.

Día 14- El Poder Ejecutivo, en atención a a actividad vinculada con las elecciones a realizarse en noviembre de 1971, dispuso el levantamiento de las restricciones impuestas para la realización de actos públicos organizados por los partidos políticos.
Asimismo, por otro decreto se rehabilitó, a partir de enero de 1971, a las organizaciones políticas que habían sido arbitrariamente ilegalizadas el 12 de diciembre de 1967.
El Congreso del Partido Socialista, aún en la clandestinidad, reunido bajo la consigna "Sin tregua y con lucha" ya había ratificado el apoyo a la formación de un frente político sin exclusiones.

Día 17- Convocado por el Partido Demócrata Cristiano se realiza en el Platense un acto público en pro de la creación de un frente multipartidario, contando con la presencia de distintos actores políticos convertidos luego en prominentes dirigentes del Frente Amplio.

Día 18- El Partido Socialista resuelve apoyar la formación de un Frente Ampluo de Unidad Popular.
Por su parte, el Partido Obrero Revolucionario, aún marcando su propio perfil ideológico, decide el apoyo a la creación de un Frente Amplio.
Diciembre 23- Desde su clandestinidad, el Movimiento de Liberación Nacional (T), emitió un comunicado donde expresaba un apoyo crítico a la creación de un amplio y popular frente político.

1971.
Enero.
Día 2- En acto histórico, se reabre la "Casa del Pueblo", sede oficial del Partido Socialista, destacándose la presencia del Gral. Arturo Baliñas y del Dr. Oscar Bruschera, en representación del grupo de personalidades firmantes de la llamada "Declaración del 7 de Octubre". El orador principal de dicho acto fue el Dr. José Pedro Cardoso.

Día 8- Las autoridades del Movimiento "Por el Gobierno del Pueblo" (lista 99) y del Partido Demócrata Cristiano, acordaron oficialmente la unificación de su accionar político a través de un organismo directriz común, el Frente del Pueblo.
Simultáneamente lanzaron una formal invitación para establecer un diálogo productivo entre todas aquellas fuerzas progresistas que aspiraban a formar un frente político sin exclusiones ideológico-filosófico-políticas, con la finalidad de sustraer al país de la crisis, la dependencia externa y la prepotencia oligárquica.
A tales efectos convocaron para una reunión a realizarse el 5 de febrero con la finalidad de ajustar las bases programáticas para la constitución de un Frente Amplio.

Febrero 5- Previo al mediodía, en la antesala de la Cámara de Senadores, en el Palacio Legislativo, con la presencia de representantes de: Movimiento "Por el Gobierno del Pueblo" (lista 99), Partido Demócrata Cristiano, Movimiento Blanco Popular y Progresista, Frente Uzquierda de Liberación, Partido Comunista, Partido Socialista (Izquierda Nacional), Partido Socialista (Movimiento Socialista), Movimiento Herrerista (lista 58), Grupos de Acción Unificadora, Partido Obrero Revolucionario (Trostkista), Movimiento Revolucionario Oriental, Comité Ejecutivo Provisorio de los ciudadanos que formularon el llamamiento del 7 de octubre de 1970, y la presencia de los siguientes invitados especiales: Gral.Líber Seregni, Gral. Víctor M. Licandro, Cnel. Hermenegildo Irastorza, Cel. Antonio Nese, ex-senador Angel María Cusano (PN), ex-diputado Dr. Arturo J. Dubra (PS), maestro Jluio Castro, Dr. Carlos Martínez Moreno, Arq. Carlos Herrera MacLean, y, José D'Elía (Pres. de la CNT), se realiza el acto público donde se declaró oficialmente constituído el Frente Amplio, suscribiendo todas las delegaciones presentes la respectiva declaratoria que protocolizó el nacimiento de una nueva fuerza política que consagraba la unidad de todos los sectores populares.

La constitución del Frente Amplio se produjo luego de haberse aprobados dos requisitos
previos: la aceptación de presentarse a las elecciones adoptando en forma provisoria el uso de un lema permanente ya autorizado, "Partdo Demócrata Cristiano" y la candidatura del Gral. Líber Seregni a la Presidencia.

(En nuestra próxima publicación, el texto de la Declaración Constitutiva)

lunes, 7 de febrero de 2011

A 40 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL F. A.

Parte 1ª: EL MARCO HISTÓRICO DE SU FORMACIÓN.


Si bien el Frente Amplio nace institucionalmente a la luz pública, el 5 de febrero de 1971, su aparición en el escenario político nacional no fue el simple resultado de una voluntarista acción espontánea producida de la noche a la mañana.

Ello sólo fue el resultado de una lenta y progresiva acumulación de fuerzas, por parte de organizaciones sociales, culturales y políticas, que se produjo en medio de una larga crisis económica nacional reiniciada en la década de los cincuenta, con su natural secuela de derivaciones sociales, culturales y políticas.

El modelo productivo, económico y social desarrollado desde inicios del siglo XX como consecuencia de las políticas impulsadas fundamentalmente por parte de don José Batlle y Ordóñez, se había ya agotado en los primeros años de la década del treinta, y la crisis provocada por ese agotamiento fue lo que condujo al golpe de estado que encabezó Gabriel Terra.

La Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de que los aparatos productivos de las potencias en conflicto estuvieron concentradas en la producción armamentista, provocó la necesidad de una abastecimiento externo inusual, en materia de alimentos y vestimentas.

Uruguay fue uno de los países que se benefició con un nuevo crecimiento económico, ya que el conflicto bélico mundial, no sólo mejoró el precio de sus comoditis, sino que sirvió también para el desarrollo de una industria sustitutiva de bienes industriales que antes se importaban, constituyéndose en el eje del dinamismo y el crecimiento de una economía nacional que por primera vez en muchos años lograba saldos positivos en su balanza de pagos.

Pero esta nueva modalidad de nuestra inserción en el plano de la economía internacional lejos de significar una ruptura con la anterior dependencia, sólo lo volvió más vulnerable a las fluctuaciones de los mercados externos, a la vez que se acentuó la dependencia en materia de bienes tecnológicos, materias primas y combustibles importados.

El fin de la II Guerra Mundial fue también el inicio de un nuevo orden económico mundial, en el marco de un nuevo conflicto, equívocamente denominado, Guerra Fría, en el que estaban enfrentadas las grandes potencias triunfadoras: los Estados Unidos de Norte América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Así como la Primera y la Segunda Guerra Mundial fue más que nada una lucha por la conquista de los "espacios vitales" que se disputaron las potencias europeas, la mal llamada Guerra Fría fue más que una contienda ideológico-filosófico-política, una lucha por el reparto de aquellos países que antes habían orbitado en torno a las viejas potencias coloniales europeas. Reparto de los bienes económicos tras la máscara de una contienda política.

Efectivamente, la recuperación económica de posguerra llevó a un replanteo de las estrategias de dominación, tanto por parte de las potencias capitalistas como por parte de la URSS. Los países de capitalismo desarrollado (países altamente industrializados) bajo la hegemonía de los Estados Unidos de Norte América, aumentaron su penetración en las economías dependientes, desenvolviendo técnicas productivas y creando espacios económicos supranacionales.

La Reforma de la Constitución Uruguaya, en 1952, no obedeció a un ensayo institucional dirigido a solventar los efectos de la rivalidad entre las dos personalidades fuertes que lideraban las dos principales agrupamientos dentro del lema Partido Colorado, sino que, lo que se intentó resolver a nivel institucional con la creación de un Ejecutivo Colegiado integrado por los dos viejos lemas partidarios, además del reparto de 3 y 2 de los cargos de confianza, fue la dilucidación del conflicto de dos concepciones distintas sobre el modelo productivo, económico, cultural y social que se intentaba implantar, uno totalmente apegado a las directivas liberalizadoras del Fondo Monetario Internacional, esencialmente vinculado al sector ganadero, al exportador y al bancario, y, otro, estrechamente vinculado al sector industrial, que intentó gobernar con cierta independencia de las recetas fondomonetaristas, con un dirigismo estatal destinado a proteger la industria nacional con barreras arancelarias, subsidios y préstamos blandos, acompañado de una política laboral sobre la base del funcionamiento de los Consejos de Salarios, hecho que estimuló el funcionamiento de los sindicatos, y la atención social a través del desarrollo de los sistemas de las Asignaciones Familiares y de los seguros por desempleo, destinadas ambas a lograr la expansión del mercado interno, ampliando la capacidad de consumo de los trabajadores.

Precisamente, el año 1951 asistió ya a las primeras movilizaciones populares que agruparon no sólo a los tradicionales partidos de izquierda, sino que también incorporaron a sectores progresistas de ambos partidos tradicionales y a figuras prestigiosas del ambiente artístico. Dos motivos totalmente distintos desataron tales movilizaciones populares, una fue la resistencia al aumento del boleto capitalino, que duplicó su valor de la noche a la mañana, y otra fue la oposición al intento de la implantación del Servicio Militar Obligatorio, simultáneamente con la instalación de una Base Militar Norteamericana en Laguna del Sauce. En ambas reacciones populares se forjó una unión en la acción en las movilizaciones de los sindicatos de obreros y empleados con las de las agremiaciones estudiantiles.


Otro de los pasos más significativos, en materia del proceso organizativo y de lucha sindical, lo constituyó entre 1950 y 1958, por un lado, el surgimiento de las primeras organizaciones gremiales de trabajadores rurales y, por otra parte, la masiva sindicalización del funcionariado público.

En 1958, los reiterados fracasos de los distintos gobiernos del Partido Colorado en sendos intentos por solucionar la crisis económica, hicieron que, por primera en cien años, el lema Partido Nacional obtuviera, una abrumadora victoria sobre su tradicional adversario en la contienda electoral de noviembre.

Ese mismo año 1958, los trabajadores de los entes autónomos, municipales y de la Administración Central, que habían conformado la Comisión Coordinadora de los Entes Autónomos, por un lado, y por otro, la Unión de Organizaciones de Funcionarios del Estado, a a los efectos de la obtención de mejoras en los tratamientos presuestales, se convirtieron en aliados clave para la victoria de la lucha por la aprobación de la Ley Orgánica Universitaria, que consagrara la autonomía de la UDELAR. En esa conjunción de movilizaciones se originó la consigna "Obreros y Estudiantes, unidos y adelante".

Por otra parte, la crisis económica de los años cincuenta introdujo la cara de la miseria en el paisaje urbanístico: la aparición de los "Cantegriles" en los barrios suburbanos de Montevideo y los "rancheríos" o "pueblos de ratas" en las periferias de las ciudades del interior.

En los ocho años de gobierno del lema Partido Nacional (en los primeros cuatro años fue notoria la participación decisiva en el nuevo gobierno de personajes provenientes del Partido Colorado), lejos de hallarse una solución a la crisis del país, no hizo sino poner en evidencia la inviabilidad de los distintos reajustes económicos ensayados, llevados adelante por los sectores económicos dominantes más vinculados con el mercado externo.

Fueron los ganadores de las elecciones del 58, representantes directos de los sectores agroexportadores, quienes iniciaron una estrategia destinada a desmontar el andamiaje intervencionista del Estado, cuestionando fundamentalmente la protección brindada a la industria nacional y el papel de redistribuidor de las ganancias obtenidas, que obraba favoreciendo fundamentalmente a la población urbana.

Los préstamos "Stand By" concedidos por el FMI, previa aceptación de sus recetas económicas, sirvieron para impulsar un nuevo proyecto capitalista dependiente, con la intención de favorecer al sector agropecuario, propiciar el crecimiento del sector bancario privado y reducir el papel regulador del Estado. Ello para nada logró terminar con un pronunciado estancamiento de un agro que languidecía -expulsando la población rural hacia las ciudades y las poblaciones del interior urbano hacia Montevideo- aquejado de problemas de tenencia de la tierra, grandes latifundios ganaderos y minifundios agrarios y lecheros de escasa productividad, la falta de incorporación de técnicas más productivas y un escaso uso de fertilizantes y cuidados sanitarios.

La puesta en práctica de este modelo que sólo logró introducir al país en una espiral de especulación financiera, devaluaciones continuadas y una galopante carrera inflacionaria, chocó con los intereses del sector industrial y comercial vinculados esencialmente con el mercado interno, pero también despertó la resistencia de los obreros, empleados y jubilados, cuyo poder adquisitivo se vio seriamente afectado por la devaluación del 100% del valor del peso uruguayo en 1959, 1965, 1966 y 1967, donde la inflación anual trepó a un 136%.

El año 1957 fue el del más alto salario conocido en nuestro país, con lo que, la orientación fondomonetarista implicaba el arrasamiento de las conquistas sociales y económicas obtenidas por los asalariados privados y públicos en los años anteriores, reduciendo la importancia del mercado interno y provocando la crisis inmediata de la industria de la construcción.

En 1955 un tercio de las familias montevideanas tenían ingresos inferiores al monto necesario para mantener el mínimo vital, a lo que debe agregarse que el poder adquisitivo de los salarios se redujo un 30% entre 1955 y 1968, en tanto que la desocupación pasó de un 3,5% a un 10%.

Las reformas económicas alteraban sustancialmente decenas de años de funcionamiento de una dominación política predominantemente pacífica.

La nueva orientación terminó provocando una creciente resistencia y movilización por parte de los asalariados sindicalizados y, para neutralizarlas, los sucesivos gobiernos de partidos políticos que se resquebrajaban internamente no sólo por la diversidad de intereses encontrados sino también por la falta de líderes creíbles, terminaron recurriendo una y otra vez, a las Medidas Pronta de Seguridad, implementadas contra el movimiento sindical, en los años 1959, 1963, 1965, 1967.

La adopción de dichas Medidas de Pronta Seguridad, habilitaban la suspensión de determinados derechos y libertades individuales y sociales amparados por la Constitución.

Pese a ello, la resistencia popular contra la orientación económica -que sólo beneficiaba a la banca y al comercio agroexportador y habilitaba la fuga de capitales nacionales y grandes negociados a través de sucesivas devaluaciones y de una carrera inflacionaria especulativa-
no hacía sino crecer y derivar hacia el ensayo de nuevas formas de lucha y hacia la formación de nuevos nucleamientos sociales.

Hacia 1961 comienzan las primeras acciones de grupos para-policiales, de orientación facista, con atentados contra personas y/o bienes estrechamente ligadas a partidos y grupos de izquierda.

Concomitantemente, no tardan en formarse los grupos armados de autodefensa creados por las organizaciones agredidas.

Poco después, hacia 1964, comienzan los rumores sobre golpes de estado e inmediatamente, en ese contexto no sólo ya de crisis sino de clara convulsión económica, social y política, surgen pequeños grupos políticos que, desprendidos de agrupaciones mayores, reivindican el derecho al uso de las armas como método legítimo para enfrentar la violencia ejercida sobre los derechos de la mayoría del pueblo por este modelo productivo económico fundamentalmente estructurado para privilegiar siempre los intereses extranjeros y los del reducido número de personas integrantes de los sectores dominantes.

Por otra parte, por esas mismas fechas, comienza el movimiento de unificación de todas las corrientes y organizaciones sindicales en una central única de trabajadores, desembocando en la convocatoria a un Congreso del Pueblo, realizado en 1965, en un intento por agrupar a todos los sectores perjudicados por la crisis, para convertirlos en una fuerza social capaz de asumir la conducción y orientación de un proceso de profunda transformación de las estructuras económicas y sociales del país.

Los esfuerzos de unificación sindical fructificaron con la constitución de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT), cuya Declaración de Principios reafirmó el carácter autónomo del movimiento obrero, aunque ligándolo con los objetivos de otros sectores del pueblo como parte de su perspectiva de la construcción de una sociedad sin explotación.

Vinculó además esa lucha nacional con la unidad de la América Latina contra el imperialismo, reafirmando la fraternidad internacional de los trabajadores.

Después de realizar un diagnóstico de la crisis, se colocaba a la clase obrera a la cabeza de una fuerza de cambios para romper con el estancamiento y la dependencia, planteando una serie de medidas tales como: reforma agraria e industrial, nacionalización de los monopolios, de la banca y del comercio exterior, nueva política de inversiones públicas, y reformas tributaria, urbana, de la seguridad social y de la educación.

Estas concreciones unitarias y programáticas no sólo constituyeron un hito en la historia del movimiento sindical sino también en la historia de las organizaciones sociales.

A mediados de 1966, abortó un intento de golpe de estado, pergeñado por un grupo de ciudadanos caracterizados por sus tendencias fascistas y que tenía su apoyo en el sector militar liderado por el Gral. Aguerrondo. El grupo subversivo, que ya había redactado su proclama inicial, obra de puño y letra de un sacerdote católico, tenía instalado su centro de reuniones en la localidad de José Pedro Varela, en el Dpto.de Lavalleja.

En esas circunstancias, los partidos tradicionales procuraron obtener la aprobación de una Reforma de la Constitución, como si ella fuera el instrumento más idóneo a través del cual se pudiera dar solución a los problemas económicos, sociales y políticos que paralizaban al país. Esa reforma suponía la derogación del sistema colegiado y la implantación de un Poder Ejecutivo fuerte con un simultáneo recorte de las atribuciones parlamentarias.

En las elecciones de 1966 triunfa el Partido Colorado y es aprobada la Reforma Naranja, propiciada por una alianza de blancos y colorados.

La muerte del Gral. Oscar D. Gestido, hombre de muy buenas intenciones, ocurrió en diciembre de 1967, antes de cumplir su primer año de mandato y en momentos en que la política de su gabinete desarrollista desembocaba en una nueva gran devaluación y se producían ásperos enfrentamientos en la interna del Partdo Colorado.

Como consecuencia de la muerte del Primer Mandatario, se produjo el ascenso de Carlos Pacheco Areco a la Presidencia de la República.

Este hombre se caracterizó por ejercer un agresivo autoritarismo, en alianza con los sectores más conservadores de la sociedad, instrumentándose el uso cada vez más abusivo de la arbitrariedad contra toda oposición organizada.

A partir de 1968 entonces, un clima cada vez más enrarecido comenzó a apoderarse de toda la sociedad uruguaya, diluyéndose de a poco los signos de tolerancia antes existentes.

Con Pacheco, las Medidas de Pronta Seguridad perdieron su carácter de excepcionalidad, pasando a convertirse en un elemento permanente de la realidad nacional.

Pero ahora no sólo están dirigidas contra el movimiento sindical, sino que también afectan a algunas organizaciones políticas que son ilegalizadas, e incluye, además, la censura de noticias y la persecución ideológica, con el consiguiente cierre o suspensión de diversos órganos de prensa.

Es como un corolario natural de toda esa acumulación de fuerzas progresistas y de ese conjunto de circunstancias productivas, económicas, sociales, culturales y políticas en que estaba sumergida la vida nacional que se produce la formación del Frente Amplio, quien floreció como realidad institucional en el verano de 1971, cuarenta años ha.